Los colores llamativos en el interior de un inmueble están de vuelta y el color del año es un gran ejemplo de esta tendencia. Oceanside es una mezcla entre tonos azules y verdes, similar al turquesa, pero con una paleta grisácea predominante.
El propósito de aplicar este color es que las personas que habitan el inmueble experimenten un estado anímico equilibrado y armonioso. De acuerdo a la psicología del color, el azul es un tono que evoca estabilidad, simpatía y confianza, mientras que el verde genera una sensación de serenidad y es uno de los colores más relajantes.
Además, este color forma parte de una gama diseñada para la unificación global, en donde los colores más representativos de las artesanías mundiales prevalecen.